La muda del pelo es la actividad cíclica de pérdida de pelo. El perro, como los demás animales salvajes, tiene dos mudas por año que le dan un pelaje de verano y otro de invierno. Los pelos no caen todos al mismo tiempo, sino que la muda es progresiva desde la parte trasera del animal hacia adelante.
Es pelaje de invierno es mucho más denso que el de verano, para proteger al animal de las bajas temperaturas. Estos cambios de pelaje no son improvisados El determinante principal de la muda parece ser la fotoperioricidad (duración de la luz en relación con la oscuridad). La prolongación de día origina la muda de primavera y una disminución de las horas de luz, la del otoño. Los cambios de temperatura intervienen principalmente sobre la densidad y la velocidad de renovación del pelaje, pero no como factor desencadenante de las mudas. Hay una serie de factores que alteran el proceso de la muda de pelo como es el caso de la raza de perro. El Husky o el Samoyedo pierden el pelo secundario, que es denso y lanoso, en primavera, y el pelo primario, más largo, grueso y brillante, en otoño, todo en función de las necesidades que tengan de protegerse, o bien de los rayos del sol o bien del frío. Mientras que razas como el Caniche prácticamente no pierden pelo en todo el año.
Otro de los factores condicionantes es el ambiente en que viven, ya que los expertos señalan que los perros que viven en el interior de los hogares, donde hay cambios bruscos de temperatura debido al uso de aire acondicionado y calefacción, experimentan mudas durante todo el año; mientras que los perros que viven en el exterior siguen el ritmo natural que marca el paso de las estaciones.
CONSEJOS A SEGUIR DURANTE LOS PERIODOS DE MUDA:
Alimentación
La salud y la belleza de la piel y el pelo dependen del aporte suficiente y regular de nutrientes específicos. Se aconseja una dieta rica en ácidos grasos omega 3 y 6 ya que estas sustancias, procedentes del aceite de pescado y fuentes vegetales respectivamente, son muy importantes para la salud de la piel del animal, manteniendo su función de barrera impermeable, fomentando la renovación celular y disminuyendo los efectos que producen la sequedad, la picazón y la descamación.
Para garantizar una óptima muda del pelo el alimento debe proporcionar además de los ácidos grasos esenciales mencionados más arriba, proteínas, minerales (particularmente zinc, cobre) vitamina A, B y E en cantidades adecuadas.
Cepillado semanal
Durante la época de muda, se recomienda cepillar entre dos y tres veces a la semana al perro. Este cepillado debe hacerse de manera suave y tanto a contrapelo como a favor. De esta manera, además de eliminar el pelo muerto del animal, también se elimina la suciedad que pueda contener el pelo y sirve para prevenir la infestación de parásitos. El cepillado estimula la circulación y ayuda a distribuir la grasa que protege su piel.
Baño
Otro aspecto a tener en cuenta es la frecuencia con la que se baña al perro. Se aconseja que no se haga más de una vez al mes, siempre y cuando sea necesario ya que un exceso de baño puede irritar la piel del animal, además de utilizar un champú específico para perros. Por último, recordar la importancia de la desparasitación mediante el uso de la pipeta ya que de esta forma también se evitará la aparición de parásitos como la pulga.
Finalmente, se deberá tomar nota de una muda excesiva de pelo ya que puede ser indicativa de una patología o un déficit nutricional, por lo que es conveniente visitar al veterinario. Ante cualquier duda, lo mejor es consultar al veterinario.
Julieta Asanovic, M.V.
Directora de Comunicación Científica
Ünik Pet Nutrition