Hay varias formas en que un animal puede infectarse por un virus. Las formas típicas son a través de la ingestión y la inhalación de aire. Sin embargo, los animales también pueden infectarse al entrar en contacto directo con una superficie o un objeto que ha sido contaminado o, en raras ocasiones, a través de la reproducción.
Por ejemplo, un virus de verrugas puede infectar la piel de los animales en cualquier momento en que el animal entre en contacto directo con una superficie que contenga el virus de las verrugas. Estas superficies pueden incluir, pero no se limitan a, postes y paredes en un granero o incluso un cepillo utilizado en animales de exhibición. Una vez que el sistema inmunitario de un animal reconoce un virus en el cuerpo, comienza una respuesta inflamatoria para matar el virus. Este proceso puede comenzar de inmediato o puede retrasarse según el tiempo que tarde el virus (período de incubación) en causar la enfermedad clínica.
El sistema inmune está compuesto por una sofisticada red de células, proteínas y enzimas que están programadas para monitorear el bienestar animal. Esta red de células detecta y responde a bacterias, virus, parásitos y pólenes, así como a toxinas de picaduras de abejas y picaduras de garrapatas que pueden invadir el cuerpo. Las células también responden a factores estresantes, lesiones o desafíos ambientales.
Cuando un virus cruza una de las barreras del cuerpo, como la piel, la membrana mucosa o los revestimientos de los vasos sanguíneos, el sistema inmunitario detectará la invasión. El sistema inmunitario luego envía señales llamadas citocinas, lo que indica que se necesita ayuda. Esto inicia el movimiento de los glóbulos blancos hacia el sitio de la infección. Los primeros en responder al sitio son los glóbulos blancos llamados fagocitos. Estas células ayudan a proteger el cuerpo al ingerir partículas extrañas dañinas, bacterias y células muertas o moribundas. Una vez que ocurre una infección viral, hay una carrera entre el sistema inmune y el virus. El virus se esconde en una célula antes de que la célula muestre que está alterada y diferente de otras células. Ese es el momento en que un virus tiene que aprovechar y tener descendencia suficiente para infectar nuevas células. Cuando el sistema inmunitario comienza a reconocer esos patrones y comienza el proceso inflamatorio, el virus ya se está propagando a células adicionales. Algunos de estos glóbulos blancos juegan un papel importante en la identificación de una infección viral que está en curso y ayudan al cuerpo a defenderse contra ella. Además, a las pocas horas de una infección viral, uno de los mecanismos naturales de defensa que produce el cuerpo es el interferón. Esta es una molécula que produce el cuerpo que juega un papel en matar algunos, pero no todos, los virus.
El papel de las vacunas contra los virus
Cuando se trata de vacunas, es importante comprender que no previenen la infección, sino que trabajan para reducir la gravedad de las enfermedades resultantes. Cuando recibe una vacuna contra la gripe, por ejemplo, un médico no le dirá que no se infectará con la gripe. Deben decirle que, si contrae la gripe después de recibir una vacuna con la misma cepa del virus de la gripe, no se enfermará tanto o se enfermará por menos tiempo. Las vacunas permiten que un cuerpo cree anticuerpos en la sangre que se unirán a un virus en las primeras horas después de la infección y, con suerte, lo neutralizarán antes de que tenga la posibilidad de causar enfermedad clínica.
Los medicamentos antivirales, antisépticos y desinfectantes tienen efectos similares, ya que reducen la infectividad y la capacidad de un virus para sobrevivir en el medio ambiente, pero no previenen por completo la infección.
El impacto de la nutrición en la protección contra virus
Una dieta bien balanceada es crítica para proteger a un animal de infecciones virales. La nutrición temprana en animales jóvenes es especialmente importante ya que es un momento crítico para el desarrollo del sistema inmune. Necesitan una nutrición adecuada para desarrollar suficientes células inmunes y desarrollar completamente los órganos inmunes. Las células que no son deficientes en vitaminas y minerales, hacen un mejor trabajo para reconocer antes las infecciones. Además, las células con una cantidad adecuada de vitaminas, minerales y energía funcionan mejor y pueden producir más anticuerpos de manera más rápida. Al producir anticuerpos más rápidamente, los animales pueden responder mejor y controlar la infección al prevenir la replicación viral. Los minerales traza como el selenio, zinc y manganeso funcionan como antioxidantes y eliminan los radicales libres que se producen durante el proceso inflamatorio y causan daños prolongados a las células.
¡Ya vemos el importante rol que ejerce una nutrición balanceada tanto para cachorros como adultos! En Ünik Pet Nutrition nos aseguramos de promover un óptimo desarrollo de las defensas naturales del cachorro y del adulto a través de la combinación de nutrientes específicos que favorecen la producción de anticuerpos y fortalecen el desarrollo del sistema inmune.
Julieta Asanovic, MV
Directora de Comunicación Científica
Ünik Pet Nutrition